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sábado, 18 de diciembre de 2010

UN PERRO LLAMADO TERRIBLE


LEYENDA Y REALIDAD

Hace muchos años en una pequeña aldea situada en la falda de un Peñón del Valle del Guadiato que se llamaba Peñarroya, vivía una familia que tenía tres hijos pequeños que les gustaban muchos los animales; tenían gatos, gallinas, ovejas, etc., pero los niños tenían muchas ganas de un perro.

Al principio, sus padres no estaban muy de acuerdo pero al final la insistencia de los niños les hizo cambiar de idea y aceptaron. Un vecino tenía una perra que iba a tener crías y cuando nacieron les regaló un perrito al que pusieron de nombre TERRIBLE. El perrito era muy bonito, una bolita negra.

Los niños estaban muy contentos y todos los días después del colegio se iban a jugar con él. Fue creciendo y cuidaba de las ovejas. Todos los días cuando su dueño le ponía de comer a Terrible, lo que le sobraba hacía un pequeño agujero en el suelo y lo enterraba. Pasado unos días el perro oliendo por la zona donde había escondido la comida comenzó a escarbar con las patas delanteras; su dueño al verlo se acercó a ver lo que estaba haciendo y notó que la tierra en la que había escarbado era de color negro brillante. Cogió una muestra de la tierra se dirigió a las autoridades del pueblo y les pidió que la analizaran y resultó ser carbón.

A partir de aquel día comenzaron a venir las industrias al pueblo. Los franceses trajeron la fundición de plomo y otros minerales donde se quemaba el carbón que Terrible había descubierto. Se construyó la Yutera en la cual se fabricaba sacos de yute y papel en bobinas, también había un recinto en el cual se producían productos químicos. Empezaron a venir muchas personas de otros pueblos en busca de trabajo y así se incremento la población dando origen junto a la aldea de Peñarroya de un nuevo pueblo al que sus habitantes bautizaron con el nombre de Pueblonuevo del Terrible, en honor a este perro que había descubierto el carbón y que tanta prosperidad había traído a la comarca.

Años después, los dos pueblos que vivían tan cerca decidieron unirse para ser más importantes y entonces nació un pueblo grande y muy importante que se llamaba Peñarroya-Pueblonuevo del Terrible.

Pero después de muchos años de prosperidad los franceses decidieron llevarse toda la industria y se cerraron las fábricas y a partir de ese momento empezó a decaer la población; unos se marcharon con los franceses y otros a varios puntos del país donde hacía falta mano de obra.
Más tarde, el pueblo pasó a llamarse Peñarroya-Pueblonuevo y desapareció el nombre del perro que tanta riqueza descubrió.

En el día de hoy la minería está a punto de desaparecer y los ciudadanos del Valle del Guadiato siguen marchándose a buscar mejor vida y ya no se recuerda nada de la época en la que había trabajo y alegría.

De nuestro perro queda afortunadamente una estatua en El Llano, junto a la de un minero, consecuencia de su hallazgo, para que los habitantes de Peñarroya-Pueblonuevo y la gente que venga al pueblo conozcan y siempre recuerde que hace mucho, mucho tiempo vivía y jugaba con sus dueños, un perro que cuidaba de sus ovejas y que descubrió el carbón.
Ese perro siempre vivirá con nosotros y se llamará TERRIBLE.
Cristina Barquero Medina
Colegio Presentación de María
5º Educación Primaria

2 comentarios:

Letizia Medina Ortega dijo...

Que chulo pero me da pena de los mineros no pueden trabajar.
ADIOS, lety

Unknown dijo...

A mi me ha interesado mucho pero Leticia tiene razón no pueden trabajar